Histórico - Instituto Geofísico - EPN

Histórico (542)

7 de octubre de 2013

 

La mañana del 7 de octubre de 1999 a las 07:06 se registró una explosión de vapor, gas y ceniza del volcán Guagua Pichincha que generó una columna de erupción de más de 12 Km de altura que pudo ser observada desde toda la ciudad de Quito y los alrededores del volcán. La nube de emisión se dirigió hacia el noroccidente y al este, lo que ocasionó una leve caída de ceniza en la ciudad de Quito, Nono y Mindo. Durante esa misma semana, el día 5 de octubre de 1999, se registró una explosión de mayor tamaño, que afectó con una importante lluvia de ceniza a la capital.

Estos eventos explosivos estuvieron asociados con el proceso eruptivo del volcán Guagua Pichincha que se caracterizó por el crecimiento y posterior colapso de domos localizados en la zona de la caldera.

LT/AOr

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

16:00 (Tiempo local)

28 de septiembre de 2013

 

El día 20 de septiembre de 2013, personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) realizó un sobrevuelo a varios volcanes del Ecuador para realizar monitoreo térmico y visual.

En este contexto, el monitoreo realizado al volcán Cotopaxi con la cámara térmica ayudó a determinar que las temperaturas máximas (TMA) en el interior del cráter fueron de 55.7°C; en las fumarolas bajo el borde occidental del cono de 11.7°C; en la pared de Yanasacha de 21.9°C; en la zona de fumarolas del flanco oriental y en el flanco sur de 25.3°C; y en el borde sur del cráter de 17.2°C. Estos valores son semejantes a los medidos en los últimos años y no se observaron cambios morfológicos destacables.

Fotografía digital (izquierda) e imagen térmica (derecha) del cráter del Cotopaxi, mostrando la ubicación de la TMA tomada. Fuente: P. Ramon IGEPN 

Por su parte, en el volcán Tungurahua se observó que el diámetro del cráter interno se ha incrementado ligeramente respecto a las últimas observaciones aéreas del 23 de agosto de 2013. Lo cual confirmaría que se continúan produciendo deslizamientos en las paredes internas del cráter y se ha estimado que el diámetro de este cráter, en la dirección norte sur, es de aproximadamente 264 m. Durante el sobrevuelo, se pudo observar débiles fumarolas que se originaban al interior del cráter, donde la TMA fue de 41.3°C; temperatura mucho menor que las observadas en agosto del presente. De esta manera se explica la presencia de nieve al interior del cráter y además, esto es coherente con el bajo nivel de la actividad superficial que se ha observado en las últimas semanas.

 Vista del cráter interno del Tungurahua desde el E. Se observa una débil actividad fumarólica. Fuente: P. Ramón, IG-EPN

El cráter del volcán Sangay se encontró cubierto de nieve y aparentemente frio. No se observaron explosiones durante el tiempo del sobrevuelo; contrastando con lo registrado en los sobrevuelos realizados en los últimos 11 años, donde el nivel de actividad fue catalogado como alto. Las temperaturas más altas fueron medidas en los domos Ñuñurco, (TMA de 67.4°C) y en los flujos de lava que se originan en estos se midió temperaturas (TMA) de 30.8°C. Se destaca también una extensa zona caliente ubicada entre el cráter central y el cráter noreste (TMA de 21.6°C). Esta zona anómala ya fue observada durante el último vuelo (abril 2012) donde las mayores temperaturas fueron registradas en el cráter central y en los domos.

 Vista aérea desde el lado NNE del cráter (izq.) y la correspondiente imagen térmica (der.) del Sangay. En ambas imágenes se destaca la extensa anomalía termal en el flanco NNE. Fuente: P. Ramón, IGEPN 

Las observaciones efectuadas durante este sobrevuelo parecen indicar que hay una disminución de la actividad del Sangay respecto a lo observado en los últimos 10 años. Esto sería corroborado por los reportes del personal del IGEPN en agosto y septiembre del presente, que durante sus visitas no observaron ni escucharon explosiones del volcán.

PR/LT/AOr

Instituto Geofisico

Escuela Politecnica Nacional

14:00 (tiempo local)

18 de septiembre de 2013

En la primera semana de septiembre, personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), gracias a la gestión realizada por la Secretaria de Gestión de Riesgos (SGR) y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, obtuvo un helicóptero para realizar tareas de mantenimiento, reparación e instalación de equipos en  el sistema de monitoreo del volcán Reventador. Todos los trabajos programados fueron realizados con éxito y el sistema de monitoreo funciona sin inconvenientes.

Vista del flanco sur-oriental del volcán. Se observa el depósito del flujo piroclástico que habría descendido en la mañana del jueves 5 de septiembre. (Foto: S. Vallejo, IG-EPN)

Durante los días que el personal se mantuvo en la zona, del miércoles 4 al sábado 7 de septiembre, se reportó que la actividad del volcán se caracterizó por la constante generación de eventos explosivos que produjeron columnas de emisión con variables contenidos de ceniza de una altura promedio de 500 metros sobre el nivel del cráter y rodamiento de bloques por los flancos del volcán. Sin embargo, en la mañana del día jueves 6 de septiembre se pudo observar una columna de emisión con ceniza que alcanzó los 3 km sobre el nivel del cráter y el descenso de flujos piroclásticos por el flanco sureste del volcán una distancia aproximada de 1.5 km desde el borde del cráter. Durante el día viernes 7 de septiembre se continuó observando el descenso de pequeños flujos piroclásticos que afectaron la zona superior del cono.

Vista del flanco sur-oriental del volcán, se observa la importante acumulación de material piroclástico en el sector del cráter, las fumarolas alrededor del cráter y las trazas de pequeños flujos piroclásticos asociados a la actividad explosiva. (Foto: S. Vallejo, IG-EPN)

Además de los fenómenos mencionados se identificó el descenso de un nuevo flujo de lava por el flanco suroriental y que hasta el momento de la observación (mañana del día sábado 8 de septiembre) había recorrido aproximadamente un kilómetro desde el borde del cráter. Con respecto al cráter se pudo observar que existe gran acumulación de material piroclástico dispuesto en este sector y en los flancos superiores, lo que provoca la continua caída y rodamiento de piroclastos hacia las partes bajas. Además, se observó una intensa actividad fumarólica en las paredes externas del cráter y es evidente que la altura alcanzada por el material acumulado en el cráter supera la cumbre occidental del volcán (3562 m) dejada por la explosión generada en el año 2002.

Al momento la actividad sísmica se mantiene caracterizada por la generación de eventos relacionados con la movilización de fluidos al interior del volcán y la  presencia permanente de columnas de emisión con variables contenidos de ceniza.

SV/FV/PR/LT

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

17:00 (tiempo local)