Noticias - Instituto Geofísico - EPN

Viernes 20 de enero de 2012

 

En ceremonia realizada en las instalaciones de la Escuela Politécnica Nacional se  concretó el día de hoy, 20 de enero de 2012, la última entrega  de equipos y un vehículo todo terreno al Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), por parte del Comando Sur de los Estados Unidos (http://www.southcom.mil/Pages/Default.aspx). Parte de las donaciones son acelerógrafos para medir el movimiento del suelo durante terremotos fuertes, GPS´s de alta precisión para medir las deformaciones milimétricas de la corteza que acumula tensiones tectónicas y volcánicas, computadores de alta tecnología y capacidad para el manejo de los datos que se genera en la red de vigilancia. Además de instrumentos para el laboratorio electrónico como osciloscopios, scanners, vatímetros, reguladores de voltaje, entre otros, que permiten al equipo técnico del IG realizar los mantenimientos preventivos y correctivos de las redes.

 

Parte de la delegación del Comando Sur U.S. e invitados de honor de dicha ceremonia fueron el Comandante del Grupo Militar de los Estados Unidos, COL. Alfred Brooks, y el Coordinador del Programa de Ayuda Humanitaria - Grupo Militar de los Estados Unidos, LtCol Brian Miller, además de la presencia de distinguidas personalidades como el  Señor Rector de la EPN, Ing. Alfonso Espinosa R, el Señor Vicerrector, Ing. Adrián Peña Idrovo y el Señor Director del IGEPN, Ing. Hugo Yepes, y la Señora Cecilia Menoscal, Asesora de Cooperación Internacional de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.

La historia de apoyo y cooperación por parte de Estados Unidos, a través de diversas instituciones, es muy larga e importante. Desde la década de los noventa un grupo de asistencia científica frente a crisis volcánicas VDAP (Volcanic Disaster Assistance Program) ha apoyado permanentemente con la capacitación de los científicos y técnicos del IGEPN. La Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID), a través de su oficina  OFDA (Office for Foreign Disasters Assistance) ha apoyado permanentemente mediante equipos y capacitación al desarrollo del IGEPN. 

Posterior a las erupciones del volcán Tungurahua del año 2006, que destruyeron equipos de monitoreo del volcán, la USAID brindó su ayuda para remplazar rápidamente varios de estos equipos y así mantener la vigilancia permanente del volcán.

En esta ocasión, el Comando Sur U.S. dentro del marco de su misión humanitaria de ayuda en emergencias, ha donado equipos, accesorios y un vehículo para fortalecer y de esta manera apoyar la importante tarea de monitoreo y vigilancia de la actividad sísmica y volcánica del Ecuador, llevada a cabo de manera permanente por parte  del IGEPN.

 LT

17:00 (tiempo local)

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

 

 

18 de enero de 2012

 La tarde de hoy, el Doctor Guillermo Solorzano, Ministro Coordinador del Conocimiento y Talento Humano, visitó las instalaciones del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional con el objeto de conocer las labores de uno de los institutos con mayor producción científica y excelencia en el Ecuador. Parte de su recorrido fue visitar el Centro de Información, Alertamiento y Procesamiento Sísmico y Volcánico (CIAPS&V) del instituto, y conocer algunos de sus sistemas y procesos de monitoreo y vigilancia.

LT

18:30 (tiempo local)

2012/01/18

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

12 de enero de 2012

 

A las 00:44 (tiempo local) de hoy, 12 de enero de 2012, se registró una señal sísmica, de más de 10 minutos de duración, asociada con movimientos de fluidos al interior del edificio volcánico. De acuerdo a las observaciones realizadas por personal del IG en el Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT, localizada a 14 km al norte del volcán), esta señal no generó ningún tipo de ruidos o bramidos y no se pudo determinar la presencia de anomalías térmicas con la ayuda de la cámara térmica y visor nocturno. 

Entre las 6:00 y 6:30 (tiempo local) se recibieron reportes de los sectores de Choglontus, Cahuají y El Manzano señalando la caída de ceniza color negro de tamaño de grano similar a la azúcar.

Durante toda la madrugada y mañana de hoy, la zona del volcán se mantiene con alta nubosidad y se han reportado fuertes lluvias, sin que hasta el momento se generen flujos de lodo.

Presencia de alta nubosidad en la zona del volcán Tungurahua, durante la mañana del 12 de enero de 2012

 

LT/GR

9:00 (Tiempo local)

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

 

 

Artículo originalmente publicado el 12 de enero de 2011 en "Nuestro Blog"

El terremoto de Puerto Príncipe tiene singular importancia en la historia de los desastres naturales que han impactado a América Latina y el Caribe, en primer lugar debido al gran número de víctimas que causó el sismo (más de 316 000 muertos, 350 000  heridos y 1’500 000 desplazados, según datos oficiales proporcionados por el Primer Ministro de Haití al cumplirse el primer aniversario del terremoto) y, en segundo, porque congeló, luego de 30 segundos de trepidación intensa, el desarrollo de todo un país.  Solo un sismo en el último siglo produjo mayores pérdidas de vidas, el terremoto de 1976 en Tangshan, China, mientras que el gran terremoto de Sumatra del 2004 cobró la vida de 230 000 personas, aunque la devastación provocada por este último se debió principalmente al posterior tsunami que se generó a causa del terremoto y que barrió las costas del Océano Indico.

He aquí algunos temas recogidos de la experiencia haitiana, que obligan a nuestra reflexión:

1. Los daños causados por terremotos pueden sobrepasar la capacidad de respuesta de un país en el corto plazo, pero también su capacidad de recuperación a mediano y largo plazo.

Los daños causados por el terremoto del 12 de enero de 2010 se han estimado entre 7 500 y 14 000 millones de dólares que representan hasta el 120% del PIB de Haití. Si se comparan los costos económicos de la tragedia con los causados por el terremoto de Chile (alrededor de 20 000 millones de dólares), parecerían ser similares al estar dentro del mismo orden de magnitud. La diferencia radica en que la reserva monetaria de Chile a la época del terremoto sobrepasaba los 45 000 millones de dólares. En buen romance, Chile podía absorber el impacto de la catástrofe sin ayuda externa; a Haití el terremoto le significaban 54 años de retraso en su desarrollo (suponiendo que el crecimiento económico de Haití se mantenía a un promedio de 2,22% anual que es la media de los últimos cinco años según el Banco Mundial). En otras palabras, Haití retrocedió en esos fatídicos 30 segundos a su condición anterior a 1956. Siendo ya un país con inmensas dificultades para su desarrollo, el terremoto lo ha colocado en una situación prácticamente inviable y los problemas de todo tipo que se vislumbran en los titulares de la prensa que sobre Haití, desde insalubridad y la epidemia de cólera hasta ingobernabilidad y la imposibilidad de elegir presidente, son prueba de ello.

2. Donde la tierra ha temblado, temblará (Plinio el Viejo, alrededor de 79 AD)

A pesar de que se conocía que Haití se encuentra en una zona sísmica muy activa, marcada por la presencia de una microplaca tectónica llamada Gonave, muy poco se hizo para no presentar una vulnerabilidad extrema ante los terremotos característicos de una zona límite de placas.  Esta microplaca se está moviendo en sentido contrario a la vecina placa de Norteamérica una velocidad de 2 cm cada año y acumula energía sísmica a esa tasa anual. Cabe anotar que la placa de Nazca se mueve contra la placa de Sudamérica, en la que se localiza el Ecuador, a razón de 6 cm por año, tres veces más rápido que en Haití, con lo que en la zona de rozamiento entre nuestras dos placas se acumula también tres veces más energía sísmica que en el ambiente tectónico haitiano.

La falla geológica causante del terremoto se denomina falla Enriquillo- Plantain Garden y atraviesa el sur de Haití de oeste a este, penetrando en República Dominicana con la que Haití comparte el territorio de la Isla Hispaniola. La falla pasa muy cerca de Puerto Príncipe y había sido claramente reconocida como activa antes del fatídico 12 de enero de 2010.

Puerto Príncipe en particular y todo el trazado de la falla Enriquillo-Plantain Garden fueron afectadas por grandes terremotos en 1684, 1751, 1770 y 1860. Un atento observador podrá notar rápidamente que cada siglo en la historia de Haití al menos un gran terremoto liberaba la energía sísmica acumulada de manera constante por el movimiento diferencial de las dos placas tectónicas y que era cuestión de tiempo que la pausa telúrica observada durante el Siglo XX se rompiera. Seguramente muchas décadas de inestabilidad política y problemas económicos y sociales hizo olvidar a los haitianos estos capítulos de su historia. En el Ecuador, y en particular en la Sierra centro-norte, la historia sísmica es muy similar. Todos los siglos a partir de la conquista tienen uno o más terremotos emblemáticos que causaron gran destrucción, muerte y posterior refundación o reasentamiento de las ciudades: 1698 Ambato, 1797 Riobamba, 1868 Ibarra, 1949 Ambato. Son capítulos de nuestra historia que no podemos olvidar. No es para sorprenderse que en el mismo entorno socioeconómico, Haití careciera de un centro sismológico, de códigos de la construcción y de una cultura de prevención ante terremotos.

3. Las construcciones mal diseñadas y mal construidas son peligrosas
A pesar de la gran catástrofe y de la percepción que se pudiera tener de la magnitud de los daños al observarlos a través de los noticieros de la televisión, no todo se destruyó en Puerto Príncipe. Evaluaciones realizadas después del sismo permitieron reconocer que las construcciones con menores daños fueron, por un lado, aquellas diseñadas y construidas siguiendo normas sismorresistentes efectivas y, por otro, aquellas construcciones muy pobres, hechas con materiales muy livianos, con paredes de madera y techos de metal corrugado (Lindell, 2010).

Sin embargo, los mayores daños se observaron en estructuras moderadamente costosas, estructuradas con columnas y losas de concreto rellenadas con paredes de bloques de concreto, pero que no contaban con ninguna capacidad para absorber, transmitir y/o disipar las fuerzas sísmicas por sus graves deficiencias en diseño sismorresistente y por métodos de construcción y materiales inadecuados (Lindell, 2010).

Grandes diferencias separan a Ecuador de Haití en lo que a su desarrollo se refiere (Indice de Desarrollo Humano: Ecuador puesto 77; Haití puesto 145; datos relativos a 2008. PIB: Ecuador puesto 65; Haití puesto 132; datos relativos a 2007. Fuente FMI); sin embargo, no deja de llamar la atención que la descripción hecha del tipo de construcción mayoritariamente destruida en Puerto Príncipe tenga gran similitud a la que, por práctica común, predomina en Quito y en gran parte de la Sierra ecuatoriana. Es muy aventurado establecer con base en esa sucinta descripción que las construcciones en Quito se comportarían de manera similar a las de la capital de Haití. Sin embargo, no podemos dejar de recordar que, según datos oficiales, el 68% de la construcción en Quito es informal y, por tanto, con alta probabilidad de haber sido edificada sin criterios sismorresistentes y con métodos y materiales inadecuados para una zona sísmica.
 
4. La topografía es un factor a tener en cuenta en la amplificación de las fuerzas sísmicas

Es ampliamente conocido que en las cuencas y el fondo de los valles las fuerzas sísmicas se amplifican principalmente por la presencia de capas de suelos poco consolidados. El caso más claro al respecto se observó durante el terremoto de México de 1985, donde los daños se circunscribieron a edificios construidos en suelos blandos correspondientes al relleno del antiguo lago de Texcoco.

Estudios realizados por Hough y otros (2010) a raíz del terremoto de Haití han demostrado que la topografía también es un factor de amplificación de las fuerzas sísmicas en niveles mayores a los esperados. Esta amplificación sísmica provocó daños importantes en construcciones localizadas en las partes altas de las colinas y crestas de las lomas que circundan Puerto Príncipe provocando el daño y colapso de importantes hoteles, embajadas y viviendas. Las condiciones de la topografía que circunda a muchas ciudades de la Sierra y a algunas de la Costa ecuatorianas nos obliga a tomar en cuenta a este factor.

Nos duele mucho la tragedia que asoló Haití y que continúa un año después. Aprendamos de su tragedia para evitarnos dolores propios. Reflexionemos sobre nuestras propias vulnerabilidades para tratar de reducirlas antes de la siguiente campanada del reloj sísmico.

 

Hugo Yepes/Mario Ruiz

Instituto Geofísico

12 de enero de 2011

9 de enero de 2012

Los días 6 y 7 de enero de 2012 personal del Instituto Geofísico de la EPN realizó una serie de trabajos en las estaciones de monitoreo del volcán el Reventador, y pudo determinar mediante observaciones directas la presencia permanente de una columna de emisión de vapor y gases color blanco, que se elevaba alrededor de 300 m sobre el nivel del cráter y se dirigía hacia el occidente-nor-occidente. 

Columna de emisión de vapor y gases en el volcán Reventador. Fuente: S. Vaca IGEPN. Enero 2012


Además, pudo establecer que la fuente de emanación de dichas emisiones de vapor se encuentra en el domo que está creciendo al interior del cráter. El domo sobrepasaba por algunas decenas de metros el nivel más alto del cráter y prácticamente llena la base del mismo. Esta observación era evidente en la abertura que se puede ver en el sector sur-occidental del cráter y que es además el sitio de desfogue de la mayor parte de flujos de lava generados desde el 2002.

Emisión del volcán El Reventador, donde se puede apreciar el tamaño del domo que está casi llenando el cráter y que sobrepasa por varias decenas de metros la altura del mismo. Fuente Sandro Vaca IGEPN - Enero 2012


SV/LT

16:00 (tiempo local)

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional