Noticias - Instituto Geofísico - EPN

27 de septiembre de 2011

 

 En el Marco del Proyecto BID 1707/OC-EC “Sistema de Alerta Temprana y Gestión del Riesgo Natural”, el Instituto Geofísico realizó el taller “Fortalecimiento del Sistema de Alerta Temprana del volcán Tungurahua: Red de Vigías del Volcán” los días 22 y 23 de septiembre de 2011 en Patate, Provincia del Tungurahua. Con el principal objetivo de fortalecer la comunicación entre la red de vigías del volcán con el personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, además de estrechar la relación entre dichos grupos. El taller contó además con la participación de los principales delegados del Cuerpo de Bomberos de Baños, Patate y Pelileo, Delegados de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos de Chimborazo y Tungurahua.

LT

19 de septiembre de 2011

 

El viernes 16 de septiembre de 2011, personal del IG-EPN participó, coordinó y asesoró en un ejercicio de escritorio para evaluación de toma de decisiones para las autoridades locales de las Administraciones Zonales Los Chillos y Tumbaco del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito en caso de erupción del volcán Cotopaxi. Este ejercicio fue coordinado y planificado entre la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos, el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y el Instituto Geofísico.

 

El ejercicio tuvo como metas principales sensibilizar a tomadores de decisión y a personal de respuesta, para el manejo de información y situaciones, considerando escenarios reales ante la posible erupción del volcán Cotopaxi, y evaluar la capacidad de toma de decisiones, grado de organización y estructura de la repuesta de los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) zonales y de organismo de socorro.

 

 

Este ejercicio tuvo interesantes resultados pero sobretodo resaltó la necesidad de capacitación permanente de la población como base fundamental para generar cultura de prevención ante fenómenos sísmicos y volcánicos en el país.

 

LT

19 de septiembre de 2011

Soldados y equipos de rescate excavaban entre el lodo el lunes para alcanzar una aislada región de los Himalayas en busca de sobrevivientes, luego que un sismo de magnitud 6,9 causara la muerte de 63 personas en India, Nepal y la región china del Tibet.

Soldados y policías retiraban víctimas entre los escombros mientras el número de fallecidos ascendía a 35 en el estado indio de Sikkim, epicentro del terremoto del domingo por la noche que se sintió a casi 1.000 kilómetros, en Nueva Delhi.

Helicópteros de la fuerza aérea llevaron suministros a las áreas afectadas, donde se ubican algunas de las montañas más altas del mundo. Algunos cruces bloqueados por los aludes fueron abiertos y los aviones lograron hacer dos entregas aéreas con comida, dijo el secretario del Interior.

"El terremoto debilitó las laderas y cuando llueve provoca deslizamientos. De modo que la situación aún es muy peligrosa", dijo Deepak Pandey, portavoz de la policía fronteriza indio-tibetana.

"Hemos rescatado más de 400 personas desde anoche", afirmó, incluyendo víctimas del área más impactada, Pegong, agregó.

Podrían pasar días hasta que se contabilice el número total de fallecidos, pero la policía fronteriza no pensaba que la cifra final de muertos sea masiva.

Al menos siete personas murieron en el estado de Bihar, al sur de Sikkim, mientras que seis fallecieron en el estado indio de Bengala Occidental.

Imágenes de televisión mostraron a residentes de la principal ciudad de Sikkim, Gangtok, sentados al borde de los caminos bajo paraguas en medio de la intensa lluvia, renuentes a volver a sus casas por temor a las réplicas.

"Tenemos miedo de que haya otro terremoto como el de anoche, no tenemos dónde quedarnos, nuestra casa está dañada y sólo podemos rezarle a Dios", dijo a Reuters Sushma Sharma, madre de tres hijos, en Gangtok.

AYUDA HUMANITARIA

Lleva lloviendo cuatro días seguidos en partes de Sikkim. La temperatura en la zona del terremoto es de unos ocho grados centígrados y podría bajar durante la noche.

"Recemos para que el tiempo mejore", afirmó el portavoz Om Singh.

Tiendas, negocios y oficinas estaban cerrados en Gangtok y zonas vecinas, dijo el residente. Muchas ciudades continuaban sin electricidad. Los suministros de agua eran escasos debido a daños en las cañerías y la comunicación por teléfono era intermitente.

Sikkim, durante años un reino budista apenas visitado y conocido por sus espectaculares montañas y lagos, se unió a India en 1975. Cuenta con 600.000 residentes y es el estado menos poblado del país con fronteras con Bután, Tíbet, en China y Nepal.

La economía del estado ha florecido en los últimos años al abrirse al turismo y al comercio transfronterizo con China. Los residentes dicen que los aludes son una amenaza para los nuevos edificios construidos rápidamente en sus ciudades montañosas.

El terremoto se produjo a las 06.10 hora local (1240 GMT) y se sintió en cinco países, entre ellos Bangladesh y Bután.

Fuera de India, al menos ocho personas murieron en Nepal, tres de ellas cuando el muro del perímetro de la embajada británica en Katmandú cayó sobre un coche y una moto. Siete personas fallecieron y cientos perdieron sus hogares en el Tíbet, según la agencia china Xinhua.

Más de 1.000 soldados chinos fueron enviados para cooperar con los operativos de rescate en la frontera.

"Incluso aunque el número de víctimas es bajo, es probable que exista una enorme necesidad de ayuda humanitaria para los civiles afectados cuyas casas quedaron destruidas y necesitan comida y techo", dijo un funcionario del equipo de manejo de desastres de la ONU en Nueva Delhi.

El sismo sacudió edificios en lugares tan lejanos como Nueva Delhi, en India, y Bangladesh.

Varios sismos han afectado al norte y este de India este año, pero ninguno causó daños o heridos de relevancia.

(Reporte de Biswajyoti Das en Guwahati, reporte adicional de Gopal Sharma en Katmandú, Nita Bhalla, Arup Roychoudhury y Annie Banerji en Nueva Delhi y Ben Blanchard en Pekín; escrito por Frank Jack Daniel; Traducido por Redacción de Madrid; Editado en español por Marion Giraldo)

Fuente: http://noticias.terra.com.pe/internacional/asia/sismo-en-himalayas-deja-63-muertos-cifra-aumentaria,477e865fc6282310VgnVCM10000098f154d0RCRD.html

19 de septiembre de 2011

Sandra Carrasco

Con motivo de la conmemoración Vigésimo Sexta del sismo ocurrido el 19 de septiembre de 1985, el director general de Prevención de la Secretaría de Protección Civil, Óscar Roa Flores, aseguró que es necesario fomentar entre los capitalinos la implementación de un plan familiar de protección civil.

Informó que la dependencia capitalina trabajará para capacitar en la creación de dichos planes, en escuelas, empresas, hogares, establecimientos mercantiles y oficinas, para lograr una respuesta favorable en caso de contingencia.

EL UNIVERSAL DF te enlista 5 datos que a decir de Roa Flores, se deben tomar en cuenta para la creación del plan familiar de protección civil en caso de sismos.

1.      Tener una bolsa de vida, que contenga alimentos y agua embotellada.

2.      Tener a la mano medicamentos frecuentes en algún integrante de la familia.

3.      Alistar una lámpara y un silbato.

4.      Las barras energéticas son buena opción en caso de tener que esperar 72 horas, que son las que se marcan como tiempo de respuesta ante un rescate.

5.      Fotocopiar papeles importantes, para el caso de la pérdida de los originales.

6.      El plan familiar debe contemplar la forma en que se ubican los muebles en el hogar, para que faciliten la evacuación en caso necesario; evitar que se conviertan en trampas dentro de la casa en caso de siniestros.

7.      Establecer un punto de reunión para todos los familiares, después de una contingencia.

8.      Prever que los celulares no funcionarán y que habrá deficiencia en el transporte.

JBP

Fuente: http://www.eluniversaldf.mx/home/nota34167.html

Lunes, 19 Septiembre 2011 11:43

¿La ciencia a juicio por un terremoto?

18 de septiembre de 2011

Susan Watts - BBC

La próxima semana, seis científicos y un funcionario serán enjuiciados en Italia por homicidio por el terremoto de L'Aquila, en el que hace dos años murieron 309 personas.

El caso ha atraído la atención de medios del mundo porque parece que la que se sentará en el banquillo es la ciencia.

Los siete acusados parecen ser culpables de no predecir el terremoto de 6,3 grados en la escala de Richter que asoló la localidad la noche del 6 de abril de 2009.

Los científicos insisten en que con los medios de que disponen, no pueden prever con precisión dónde va a ocurrir un terremoto, ni siquiera en una zona de gran actividad sísmica.

Unos 5.000 científicos de todo el mundo han firmado una carta en la que apoyan a sus compañeros italianos de cara al juicio.

Según le dijo a la BBC el abogado de uno de los acusados, es posible que su cliente acabe condenado y encarcelado.

"Temo que, como en un terremoto, nada en este caso es predecible. No nos olvidemos que este juicio está teniendo lugar en L'Aquila, donde toda la población ha sido afectada personalmente y está a la esperar de una sentencia que no debería existir", dijo Marcello Milandri.

Los sismólogos pueden evaluar las probabilidades de que un terremoto pueda ocurrir, pero con una enorme falta de precisión sobre sus características.

Los signatarios de la carta piden a las autoridades que se concentren en la protección ante los terremotos en lugar de en perseguir científicos en lo que sienten como un proceso inquisitorial al estilo del que sufrió Galileo.

¿Juicio a la ciencia?

Los fiscales que llevan adelante el caso aseguran que no se trata de un juicio a la ciencia y que son perfectamente conscientes de que no se puede predecir un terremoto.

Lo que cuestionan es si los acusados, miembros de la Comisión Italiana de Grandes Riesgos, hicieron su trabajo de forma adecuada.

Se trata pues de eso, ¿supieron evaluar los riesgos y los comunicaron con claridad a las autoridades que se servían de su asesoría?

Un inspector local, Lorenzo Cavallo, recordó que "la comisión calmó a la población tras una serie de temblores de tierra". "Después del terremoto, mucha gente comentó que cambiaron de actitud por los consejos de la comisión".

"Es nuestro deber investigar lo que se dijo en cada caso y pasarlo por el filtro de las autoridades legales", afirmó.

Gas radón

Giustino Parisse, periodista que vivía en Onna, una pequeña aldea cercana a L'Aquila, es uno de los que ha impulsado el caso.

Las semanas anteriores al terremoto había habido una serie de temblores. En la víspera, la noche del 5 de abril, varios sismos llegaron a despertar a su familia.

Estaban ansiosos, pero les dijo que volvieran a dormir, que no había necesidad de preocuparse porque eso era lo que habían dicho los científicos.

El día del terremoto de L'Aquila su hija de 16 años y su hijo de 17 murieron por el terremoto, junto a su padre. Todos porque su casa se desplomó.

Parisse le explicó a la BBC que la población estaba nerviosa por los avisos de un científico nuclear, Giampaolo Giuliani, que había dicho que los altos niveles de gas radón sugerían que un terremoto era inminente.

La fiabilidad de ese indicador es algo ampliamente discutido. La mayoría de los expertos creen que no es algo a lo que hacer demasiado caso.

En aquel momento, el responsable de la agencia de protección civil italiana, Guido Bertolaso, tomó una decisión inusual al pedirle a la Comisión de Grandes Riesgos que viajara a L'Aquila para discutir la situación.

Allí se reunieron durante una hora con el funcionario que ahora también está siendo enjuiciado, Bernardo de Berandinis, quien era vicedirector del departamento de Protección Civil.

Dos de los que se sentarán en el banquillo de los acusados tienen vínculos con el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).

El responsable de Relaciones Públicas del INGV, Pasquale de Santis, le dijo a la BBC que el juicio es una distracción, que desde 1998, los sismólogos venían diciendo que el área era de alto riesgo y que la población debía poner en su punto de mira a quienes no hicieron nada por endurecer la regulación de la construcción.

Fondos

Cuestionado sobre el asunto, el alcalde de L'Aquila, Massimo Cialente, dijo tener esperanzas de que el juicio provoque un debate nacional que facilite el conseguir fondos para proteger a su población ante futuros sismos.

Seis días antes del terremoto, Cialente había trasladado a los alumnos de la escuela local porque el edificio había sido dañado por terremotos anteriores. Pero, según denuncia, sin presupuesto para hacerlo porque, afirma, la prevención no es una prioridad.

Quienes impulsan el proceso, dicen que la población de L'Aquila tiene derecho a saber lo que pasó. Muchos esperan que el juicio les dé algo de paz.

Pero quienes firmaron la carta de apoyo a los acusados temen que el caso sirva para disuadir a los científicos de dejar sus laboratorios para trabajar con las autoridades y el público.

John McCloskey, profesor de Geofísica de la Universidad del Ulster, dijo los acusados son científicos que se pasaron la vida produciendo los mapas sísmicos más sofisticados.

Para McCloskey, es un "ultraje" que ahora se enfrenten a un proceso por homicidio. El profesor fue uno de los que firmó la carta. Y su opion no deja lugar a contemplaciones: "Su cuenta y riesgo son los nuestros".

Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110917_italia_terremoto_juicio_cientificos_az.shtml